La economía argentina volvió a mostrar señales de expansión durante el tercer trimestre de 2025. Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Producto Bruto Interno (PBI) creció 3,3% interanual y avanzó 0,3% en la comparación desestacionalizada frente al segundo trimestre, encadenando otro período en terreno positivo.
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Con este resultado, la actividad acumuló una mejora del 5,2% en los primeros nueve meses del año, de acuerdo al Informe de avance del nivel de actividad. El dato confirma una trayectoria de recuperación a lo largo de 2025, luego de un prolongado ciclo de estancamiento macroeconómico.
Desde el lado de la demanda, el principal impulso provino de la formación bruta de capital fijo, que registró un incremento del 10,3% interanual, reflejando un repunte de la inversión. También se destacó el desempeño de las exportaciones de bienes y servicios, con una suba del 10,2%, mientras que el consumo privado avanzó 5,3%. El consumo público, en tanto, mostró un crecimiento más moderado del 1,7%.
En cuanto a los sectores productivos, el desempeño fue heterogéneo. La intermediación financiera encabezó las subas con un salto del 28,4% interanual, seguida por minas y canteras (10,3%) y hoteles y restaurantes (7,1%), actividades vinculadas a la inversión y al repunte del turismo.
En contraste, algunos rubros continuaron mostrando retrocesos. La industria manufacturera cayó 2,4%, mientras que la pesca registró un descenso del 20,2% interanual, evidenciando rezagos sectoriales y el impacto de desequilibrios acumulados en años anteriores.
Los datos oficiales confirman que la economía dejó atrás la etapa más contractiva y comenzó a transitar una fase de crecimiento con mayor peso de la inversión y las exportaciones. Si se mantiene el actual marco macroeconómico, el nivel de actividad podría consolidarse en 2026, con mejores condiciones para el empleo, el crédito y la previsibilidad del sector privado.