El presidente Javier Milei recibió este martes en la Casa Rosada al canciller de Israel, Gideon Sa’ar, en una reunión que confirma el mayor acercamiento bilateral en décadas. El funcionario israelí arribó al país acompañado por una delegación empresarial y una agenda centrada en cooperación económica, inversiones, seguridad y memoria histórica, pilares del vínculo estratégico que ambos gobiernos consolidaron desde 2023.
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Durante el encuentro, Milei y Sa’ar repasaron oportunidades de inversión en sectores clave, mecanismos de coordinación en seguridad y líneas de acción conjuntas en foros internacionales. La visita se produce mientras crece la expectativa por la decisión del Gobierno argentino de trasladar la Embajada en Israel a Jerusalén Occidental en 2026, un movimiento histórico que alinea a la Argentina con países como Estados Unidos, Guatemala y Paraguay.
Sa’ar también mantuvo reuniones con el canciller Pablo Quirno, con el titular de Diputados Martín Menem, y con los ministros salientes Patricia Bullrich y Luis Petri, además de encuentros programados con referentes parlamentarios de la oposición dialoguista. La presencia del canciller israelí se complementa con un capítulo central: su participación como invitado de honor en los actos en memoria de las víctimas de los atentados contra la Embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994), así como en el 90° aniversario de la DAIA en el Teatro Colón.
El embajador argentino en Tel Aviv, Axel Wahnish, figura clave del nuevo alineamiento diplomático, acompañó toda la gira. En los días previos mantuvo reuniones con autoridades del Keren Kayemeth LeIsrael, donde avanzó en la creación de un monumento en Jerusalén en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA.
La visita de Sa’ar a la región incluyó también una escala en Paraguay, donde fue recibido por el presidente Santiago Peña y su canciller Rubén Ramírez Lezcano. Antes de viajar a Buenos Aires, el ministro describió a Argentina y Paraguay como “dos de los mayores amigos de Israel en el mundo”, destacando el apoyo firme de ambos gobiernos en el contexto internacional de los últimos años.
Con esta agenda, el Gobierno de Milei profundiza una política exterior pro-occidental, democrática y alineada con quienes combaten el terrorismo sin ambigüedades, dejando atrás décadas de oscilaciones diplomáticas y vínculos condicionados por ideologías internas.