El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, mantuvo este miércoles un encuentro con el embajador de Estados Unidos en la Argentina, Peter Lamelas, en el marco del trabajo técnico sobre la versión final del Acuerdo Marco de Comercio Recíproco e Inversión que negocian ambos países. La reunión confirmó el alineamiento político y económico entre Buenos Aires y Washington, considerado clave por la administración Milei para acelerar el crecimiento.
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Lamelas publicó un mensaje contundente en su cuenta de X: “Las reformas que impulsa Javier Milei tienen el potencial de dinamizar la economía argentina”. El diplomático destacó que la desregulación promueve mayor inversión, innovación, creación de empleo y un entorno comercial más competitivo. “Estados Unidos apoya estos esfuerzos”, afirmó.
La embajada ya había expresado respaldo la semana pasada, al remarcar que el acuerdo “crea condiciones para incrementar inversiones” norteamericanas. Este posicionamiento coincide con la estrategia del Gobierno argentino de fortalecer alianzas con democracias occidentales y reintegrar al país a las cadenas globales de valor.
Desde Washington señalaron que el entendimiento bilateral permitirá un comercio más justo y recíproco, con reducciones arancelarias, estándares comunes y reglas claras que aumentan la competitividad. El avance de la negociación muestra que Argentina está dispuesta a abrir nuevos mercados, adoptar marcos regulatorios previsibles y atraer capital.
La administración de Donald Trump también emitió un comunicado respaldando el proceso, destacando que el acuerdo apunta a modernizar las economías, ampliar oportunidades y fortalecer el régimen de inversión.
Puntos centrales del acuerdo
El borrador difundido por Estados Unidos incluye medidas como:
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Apertura de mercados y baja de aranceles para bienes estratégicos.
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Acceso preferencial para medicamentos, maquinaria y productos agrícolas estadounidenses.
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Eliminación de aranceles para recursos naturales y fármacos no patentados exportados por Argentina.
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Mejores condiciones para la carne vacuna y reducción de barreras no arancelarias.
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Adopción de estándares internacionales, habilitando vehículos fabricados bajo normas federales y dispositivos médicos con aprobación FDA.
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Régimen reforzado de propiedad intelectual y control de falsificaciones.
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Compromisos laborales y ambientales, incluyendo la prohibición de bienes producidos con trabajo forzoso.
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Cooperación en minerales críticos, seguridad económica y comercio digital, con EE.UU. reconocido como jurisdicción adecuada para transferencias de datos.
Para el Gobierno argentino, el acuerdo representa una oportunidad estratégica para reposicionar al país en el sistema comercial internacional con reglas claras, previsibilidad y apertura. La Casa Blanca confirmó que ambas naciones trabajarán para cerrar el texto definitivo y avanzar hacia su implementación.
Desde la Casa Rosada destacan que este respaldo internacional, combinado con la agenda de reformas y la labor técnica de Sturzenegger, constituye un aval decisivo para atraer inversiones y acelerar la modernización económica.