El presidente Javier Milei definió como “extremadamente positiva” la reunión que mantuvo con los gobernadores en la Casa Rosada, y destacó que el encuentro marcó “un punto de inflexión en la relación entre la Nación y las provincias”. En diálogo con A24, el mandatario celebró que, pese a los matices, “hay consenso sobre lo que necesita la Argentina en esta etapa”, y agradeció a los jefes provinciales por “respetar el mandato de más de dos tercios de los argentinos: no volver al pasado y continuar por el camino de la libertad”.
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Milei afirmó que existe un “consenso absoluto” en torno al equilibrio fiscal, al que calificó como “una política de Estado”. “Nosotros ajustamos siete puntos del PBI, pero las provincias hicieron más de tres, y los municipios medio punto. Estamos todos trabajando en la misma dirección”, explicó. Según el Presidente, la disciplina fiscal “no es ideología, sino sentido común”, y confirmó que la emisión monetaria fue detenida, lo que permitirá “terminar con la inflación a mediados del año que viene”.
Durante la reunión también se discutió la reforma laboral, sobre la cual Milei sostuvo que “hay consenso total”. Explicó que “Argentina tiene un régimen laboral anacrónico, con 70 u 80 años de antigüedad”, y que la mitad de los trabajadores se encuentra en la informalidad. “Nadie pierde nada, pero muchos ganan. Esto es para los jóvenes que hoy se van por Ezeiza porque no encuentran trabajo”, enfatizó.
El mandatario también se refirió a su decisión de excluir de la convocatoria a Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Gustavo Melella. “Si usted repite el catecismo marxista, es muy difícil tener un diálogo razonable. No nos podemos juntar con gente que 2+2 no les da 4”, lanzó, y agregó: “Hay una avenida que quiere ir a Cuba y Venezuela. Nosotros elegimos la libertad”.
En relación a posibles cambios en el Gabinete, Milei fue contundente: “Voy a hacerlos cuando considere que sean necesarios. Necesito interlocutores válidos ante el Congreso y los gobernadores”. Elogió a Santiago Caputo, a quien podría incorporar formalmente al Ejecutivo, y ratificó a Martín Menem al frente de la Cámara de Diputados. Además, adelantó que se reunirá con Mauricio Macri, a quien calificó como “un amigo generoso que nunca pidió nada y siempre aportó experiencia”.
Fiel a su estilo, Milei reivindicó su “bilardismo” como filosofía de gestión: “Tengo un compromiso con los argentinos y cumplo mis promesas. Logramos el equilibrio fiscal en un mes cuando decían que llevaría años”. Aseguró que, tras las reformas de primera generación centradas en el orden y la estabilidad, comenzará una segunda etapa de crecimiento y competitividad.
El Presidente también recordó que el PBI cayó 1,8% durante la transición, pero destacó que en diciembre de 2024 la economía ya estaba 6,6% por encima del año anterior, pese al “bloqueo legislativo del kirchnerismo, que presentó 40 proyectos para torpedear el plan económico”.
Finalmente, Milei cerró con un mensaje de optimismo: “El socialismo asusta; nosotros liberamos. Hacemos promesas y las cumplimos. En la lógica bilardista, ganar es lo único que importa. Y estamos ganando: la Argentina vuelve a ponerse de pie”.