El último informe del INDEC sobre el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) ratificó la recuperación que el Gobierno venía anticipando: la economía creció 5% interanual en septiembre, con un incremento mensual desestacionalizado del 0,5% y una mejora del 0,1% en la medición tendencia-ciclo.
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Con estos resultados, la actividad ya se ubica 5% por encima de noviembre de 2023, previo a la turbulencia electoral, y supera incluso el nivel de febrero de 2025. Se trata del tercer trimestre consecutivo sin recesión, un dato que contradice de lleno la narrativa opositora sobre un supuesto “derrumbe económico”.
Los datos sectoriales muestran el alcance de la recuperación: 13 de los 16 sectores relevados crecieron interanualmente. Se destacaron Pesca (+58,2%), Intermediación financiera (+39,7%), y Actividades inmobiliarias y empresariales (+5%), uno de los rubros con mayor aporte al EMAE. Las caídas en Industria manufacturera (-1%) y Administración pública (-0,7%) tuvieron un impacto mínimo en el resultado general.
Para el Gobierno, estos números reflejan el cambio de régimen macroeconómico impulsado por el presidente Javier Milei. Los sectores más dinámicos son los vinculados a la inversión, los servicios privados y el crédito, mientras que las áreas estatales ajustan su peso relativo en línea con el proceso de orden fiscal.
La mejora en la actividad coincide con señales positivas del consumo privado, que comenzó a repuntar entre septiembre y octubre según estimaciones del comercio. Consultoras locales y organismos internacionales proyectan para 2026 un año de crecimiento sostenido, apoyado en la normalización macro, el retorno del crédito y la recomposición del ingreso real.
Así, mientras parte de la oposición insistió durante meses en instalar un escenario de “colapso”, los datos oficiales muestran lo contrario: la economía se estabiliza, crece y se ordena. En la disputa entre relato y realidad, el INDEC volvió a poner los números sobre la mesa.