La pesca argentina volvió a mostrar signos de fuerte recuperación. De acuerdo con el Índice de Producción Industrial Pesquero (IPI) del INDEC, la actividad creció 55,3% interanual y 3,5% respecto de agosto, alcanzando su mejor registro mensual del año. El repunte se da en el marco del proceso de estabilización económica y desregulación comercial impulsado por el Gobierno de Javier Milei.
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El crecimiento fue liderado por la pesca marítima, con un salto del 57,7% interanual, y por la acuicultura, que avanzó 39,1%. Aunque el arrastre del primer semestre mantiene el acumulado levemente negativo (-19,6% en pesca marítima), la tendencia mensual marca una clara reactivación productiva, potenciada por la mejora de incentivos y la reducción de costos logísticos.
Los crustáceos fueron los grandes protagonistas, con una suba del 84,1% interanual, mientras que los buques fresqueros aumentaron su actividad 75,8% y los congeladores, 54,7%. La normalización operativa en puertos y la previsibilidad cambiaria explican buena parte del salto, tras años de parálisis por políticas restrictivas.
En el frente externo, las exportaciones pesqueras y agroindustriales alcanzaron cifras récord, con un incremento del 12,9% interanual en volumen y del 21% en valor. Los analistas coinciden: cuando el Estado deja de asfixiar a quienes producen, la economía responde.