El presidente Javier Milei viajó a Oslo para participar de la ceremonia que distinguió a la dirigente venezolana María Corina Machado con el Premio Nobel de la Paz 2025. Fue una señal diplomática fuerte, que profundizó el alineamiento de la Argentina con los movimientos democráticos de la región y marcó distancia del régimen de Nicolás Maduro.
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El mandatario arribó a la capital noruega el martes por la tarde, acompañado por la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y un equipo reducido de asesores. Tras la ceremonia, Milei mantendrá reuniones con el rey Harald V y el primer ministro Jonas Gahr Støre, en un contexto donde Noruega actúa hace años como mediadora en la crisis venezolana.
La participación de María Corina Machado generó gran impacto internacional. La dirigente, que permanecía en la clandestinidad, llegó a Oslo bajo estrictas medidas de seguridad. Fue distinguida por su trabajo “incansable” en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por impulsar una transición pacífica hacia la libertad. Su presencia no aseguró un regreso seguro a Venezuela, debido al riesgo que mantiene el régimen chavista.
Entre los asistentes estuvieron el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, y los mandatarios Santiago Peña (Paraguay), Daniel Noboa (Ecuador) y José Raúl Mulino (Panamá), quienes se reunieron con Milei y expresaron respaldo a la causa democrática venezolana. La ceremonia ocurrió mientras Estados Unidos endurece sanciones y crece la presión internacional sobre Maduro.
Con esta visita, la Argentina dejó sentada una posición: apoyo explícito a quienes exigen elecciones libres en Venezuela y ruptura con la línea de las administraciones anteriores. El Gobierno sostiene que la defensa de la libertad y la democracia es parte central de su política exterior.