La Confederación General del Trabajo (CGT) definió una movilización a Plaza de Mayo el 18 de diciembre en rechazo a la modernización laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei, aun cuando la iniciativa oficial incorporó cambios reclamados por el propio sindicalismo. La decisión dejó expuesta una estrategia de confrontación que va más allá del contenido final del proyecto.
Te puede interesar
La protesta se inscribe en un “plan de lucha” que la conducción cegetista anticipó como progresivo. En ese marco, los dirigentes analizan extender la convocatoria a todo el país y sumar a las CTA y a movimientos sociales, con el objetivo de presionar políticamente contra una reforma que busca actualizar normas laborales vigentes desde hace décadas y atacar la informalidad, que afecta a cerca de la mitad de los trabajadores argentinos.
Desde la Casa Rosada sostienen que el proyecto apunta a dinamizar el empleo formal y modernizar el mercado de trabajo. Sin embargo, la CGT optó por endurecer su postura, incluso después de que el oficialismo aceptara mantener pilares clave del esquema sindical, como las cuotas obligatorias y la potestad de que solo los gremios con personería jurídica puedan firmar convenios por empresa, puntos centrales para el financiamiento y el poder de las cúpulas gremiales.
El tono confrontativo quedó reflejado en declaraciones de Gerardo Martínez (UOCRA), quien al llegar a la sede de Azopardo advirtió que se abre una “etapa de resistencia” y que “nada está descartado”. El mensaje fue leído en el Gobierno como una amenaza de escalada, aun frente a una ley que ya cedió terreno para evitar un choque con el sindicalismo.
En la misma línea, Jorge Sola (Seguros) planteó atacar la reforma en tres frentes: medidas gremiales, acciones judiciales y una estrategia política junto a Unión por la Patria, explicitando el alineamiento de la CGT con la oposición kirchnerista. Tras varias horas de debate interno, el secretario adjunto Andrés Rodríguez (UPCN) impulsó formalmente la movilización del 18 de diciembre, que terminó siendo avalada por la mayoría de la conducción.