“Grandes noticias están por venir que fortalecerán aún más la asociación económica entre Argentina y Estados Unidos”, escribió Lamelas en la red X.
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El diplomático aseguró que Argentina está “en el camino correcto hacia la prosperidad como una república democrática, de libre mercado y soberana”, y reafirmó el lema que guía la relación bilateral: “Unidos en libertad, fortaleza y prosperidad”.
Sus palabras confirman lo que en los círculos diplomáticos ya se da por cerrado: un entendimiento histórico que consolida el giro pro-occidental del gobierno de Javier Milei y abre una nueva etapa de cooperación comercial, financiera y energética con Estados Unidos.
Fuentes cercanas al Tesoro estadounidense adelantaron que el plan contempla un paquete total de USD 40.000 millones, compuesto por una línea de swap de USD 20.000 millones, junto a fondos privados y mecanismos de apoyo al mercado de deuda.
El objetivo es reforzar las reservas argentinas y respaldar la apertura económica que impulsa el presidente Milei, a quien la Casa Blanca considera el principal aliado de Occidente en América Latina. “Se trata de una apuesta por la libertad económica en el Cono Sur”, definieron desde Washington.
El presidente argentino confirmó que ambos gobiernos trabajan en un nuevo tratado bilateral de comercio e inversiones, que buscará reducir aranceles, atraer capital norteamericano y ampliar la cooperación energética y tecnológica.
El entendimiento habría tomado forma durante el reciente encuentro entre Milei y Donald Trump en la Casa Blanca, y se anunciaría antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Mientras la oposición kirchnerista insiste con recetas estatistas y proteccionismo obsoleto, Argentina vuelve a ser vista por el mundo como un socio confiable, estable y liberal.
La gestión de Milei deja atrás décadas de controles, endeudamiento político y aislamiento internacional.
Hoy, la Argentina recupera credibilidad, atrae inversiones y se consolida como un faro de libertad económica en América Latina. “Confío en el futuro de nuestra duradera amistad con el pueblo argentino”, concluyó Lamelas.
La relación entre ambos países marca un punto de inflexión: la era de la sumisión ideológica terminó; empieza la de la cooperación y el crecimiento.