La líder opositora María Corina Machado reapareció este miércoles en Oslo, luego de más de un año oculta para evitar la persecución política y las amenazas del régimen de Nicolás Maduro. Su regreso se produjo horas después de que su hija recibiera en su nombre el Premio Nobel de la Paz 2025, un reconocimiento que volvió a situarla en el centro del reclamo global por una transición democrática en Venezuela.
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Desde el balcón del Grand Hotel Oslo, Machado saludó a decenas de venezolanos que se acercaron para verla y entonó el himno nacional. Autoridades estadounidenses confirmaron que la dirigente había salido del país rumbo a Curazao en un operativo coordinado bajo estricta reserva para garantizar su seguridad. Su aparición en la capital noruega ocurrió tras la tradicional Marcha de Antorchas, que este año estuvo marcada por la crisis política venezolana.
El Gobierno de Noruega adelantó que Machado brindará este jueves su primera conferencia de prensa desde 2024, en un contexto de creciente respaldo diplomático. Durante la ceremonia del Nobel, su hija Ana Corina Sosa Machado transmitió un mensaje directo: la dirigente quiere volver a Venezuela y “no renuncia al sueño de un país libre”.
El presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, lanzó un mensaje contundente hacia Caracas: “Señor Maduro, debe aceptar los resultados electorales y renunciar”. La frase generó una ovación inmediata y marcó el tono político del acto. Analistas europeos advierten que un eventual retorno de Machado podría derivar en su detención, aunque señalan que el régimen evita un movimiento que tendría un alto costo internacional.
Machado dedicó su Nobel al presidente estadounidense Donald Trump, con quien mantiene un vínculo estrecho. En paralelo, Washington reforzó la presión sobre el chavismo con operativos militares en el Caribe y nuevas acciones diplomáticas. La crisis venezolana se profundiza mientras crece el reclamo global por una salida democrática.