El Gobierno nacional oficializó un acuerdo de financiamiento internacional para la adquisición de helicópteros navales livianos destinados a la Armada Argentina, en una decisión orientada a recomponer capacidades operativas y fortalecer el control de los espacios marítimos bajo jurisdicción nacional.
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La medida quedó formalizada a través del decreto 924/2025, publicado en el Boletín Oficial, que autoriza la celebración de un contrato de crédito con Crédit Agricole Corporate & Investment Bank. El financiamiento asciende a 71.676.175 euros y cuenta con cobertura de una Agencia de Crédito a la Exportación, lo que habilita condiciones más favorables para el Estado argentino.
El objetivo central del programa es incrementar la capacidad de vigilancia, patrullaje y control marítimo, mediante la incorporación de medios embarcados modernos que amplíen el radio de acción de la Aviación Naval y mejoren el apoyo a las unidades de superficie.
A diferencia de anuncios preliminares, el decreto establece de manera explícita la aprobación del financiamiento y fija que la totalidad de los fondos deberá destinarse exclusivamente a la compra de las aeronaves, sin posibilidad de desvíos ni ampliaciones.
Desde el plano técnico, el Banco Central señaló que la operación tendrá un impacto macroeconómico acotado sobre la balanza de pagos. En la misma línea, la Oficina Nacional de Crédito Público avaló el préstamo al considerar que su costo financiero es inferior al que podría obtenerse en los mercados internacionales.
La decisión responde a una necesidad operativa histórica. Los helicópteros actualmente en dotación son los Eurocopter AS-555SN Fennec, adquiridos en 1996 para operar desde los destructores MEKO 360. De las cuatro unidades incorporadas originalmente, solo una permanece operativa, lo que redujo de forma significativa la vigilancia embarcada y el apoyo aéreo.
El modelo seleccionado es el Leonardo AW109, un helicóptero ligero multipropósito de origen italiano, diseñado para operar embarcado en patrulleros oceánicos y otras unidades navales. Las aeronaves están preparadas para misiones de vigilancia marítima, búsqueda y rescate (SAR) y apoyo a operaciones de control en alta mar.
En 2024, la Armada y el Ministerio de Defensa ya habían firmado el contrato para la adquisición de cuatro AW109SP, que incluyen simulador de vuelo, capacitación, herramientas y repuestos. Si bien el proyecto original contemplaba hasta ocho unidades, la primera fase se ajustó a cuatro ejemplares, con posibilidad de ampliación futura.
Las aeronaves estarán destinadas a la 1ª Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros y operarán desde patrulleros costeros y oceánicos, en particular los OPV, que requieren medios aéreos embarcados para extender sustancialmente su radio de patrullaje.
La oficialización de este financiamiento se inscribe en una decisión política de modernización de la defensa, orientada a recomponer capacidades básicas tras décadas de desinversión. En ese marco, el Gobierno avanza en el reequipamiento militar mediante esquemas financieros sostenibles y con impacto operativo concreto.
La incorporación de los AW109 permitirá mejorar el control de la Zona Económica Exclusiva, fortalecer la presencia en el Atlántico Sur y dotar a la Armada de medios modernos y eficientes, en línea con otras decisiones recientes en materia de defensa, como la adquisición de los cazas F-16 impulsada por la administración de Javier Milei.